El dictado es un ejercicio completo, practico y útil. Sirve para trabajar la ortografía y también posee elementos comunicativos como la lectura en voz alta y la comprensión lectora. Cuando se realiza un dictado primero hay un proceso de comprensión y de retención de la estructura semántica para poder, posteriormente, identificar las palabras que se deben escribir. Por ese motivo, es muy importante entender el texto para poderlo escribir.
Como más tiempo se dedique a trabajar la comprensión, la transcripción, la selección del texto, la revisión de faltas,… el dictado tendrá más rendibilidad lingüística dado que los alumnos estarán trabajando de una manera más activa con la lengua y sus aprendizajes superiores. Por lo contrario, si el dictado se hace deprisa, sin dobles lecturas ni revisiones se convertirá en un ejercicio de evaluación rápida.
Es importante dar al al estudiante diferentes tipos de textos: anuncios, recetas, instrucciones, textos propios de los alumnos, noticias, etc.
El papel del alumno tiene que ser el más activo posible y no únicamente tendrá que estar atento, escuchar y transcribir, también se le puede pedir que seleccione un texto, que lo dicte y que haga una corrección.
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